Ventajas de la Inteligencia Artificial para la empresa: Una entrevista exclusiva con Ángel Alba Pérez

En el mundo empresarial y tecnológico, la innovación es la fuerza impulsora detrás del progreso, una afirmación que Ángel Alba Pérez, Fundador y CEO de Innolandia, entendió muy bien y convirtió en el centro de su carrera profesional, llevándolo a convertirse en figura de referencia en el campo de la innovación. Su misión es clara: ayudar a organizaciones y emprendedores a abrazar la innovación de manera sostenible y constante.

La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) es un campo que ha ganado mucha atención en los últimos años. ¿Cómo describirías el potencial transformador de esta tecnología en diversos ámbitos de la sociedad y la industria?

Para mí, y lo que estamos viendo en nuestros clientes, es que, de repente, la inteligencia artificial se ha puesto al alcance de todo el mundo. Hasta hace unos meses, necesitabas saber programación, quizás básica en Phyton. Ahora cualquier persona sin tener ni idea de programación puede hablar con una IA y utilizarla para ayudarla en su trabajo o incluso en su vida personal.

«Estamos ante algo tan radical como la aparición del smartphone, que nos puso un ordenador en el bolsillo de cualquier persona.»

¿Cómo visualizas el potencial de la IAG para transformar la forma en que se diseñan, fabrican y presentan los muebles en el futuro? 

Lo importante es que cada empresa entienda el potencial de las herramientas y le encuentren sus propios casos de uso. Es lo que vamos a hacer en el curso de IA Generativa que hacemos junto a CETEM, enseñar a encontrar casos de utilización y a aplicarlos.

Dicho esto, se trata de una tecnología transversal que puede ayudar a cualquier persona en la organización. Por ejemplo, en innovación te puede ayudar a generar ideas o evaluar, a analizar comportamientos de consumidor en test de concepto, o resumir informes de vigilancia tecnológica. En diseño, puedes crear prototipos en cuestión de segundos con herramientas de imagen como Midjourney o dosieres de producto. Es infinito. 

«Yo no creo en el café para todos.»

La capacidad de las máquinas para generar contenido de manera autónoma plantea preguntas sobre originalidad y creatividad, y obviamente también sobre los desafíos éticos y legales. ¿Cómo ves el papel de la IAG en la colaboración entre humanos y máquinas para impulsar la creatividad y como afectará a nivel legal/ético?

Las tecnologías son una herramienta y se pueden utilizar para bien o para mal. Es lo mismo que un cuchillo: se puede emplear para cortar un jamón de bellota o para matar a alguien. Depende del uso que se le dé.

Para mí hay dos partes. Primero, la empresa debe definir cuál es su política respecto a cómo usar las herramientas: quién puede usarla, qué tipo de aplicaciones, qué tipo de contenido… Aprovechar la curiosidad de las personas para encauzarla y no prohibirla.

Por otro lado, estamos pendiente de la normativa europea, la IA Act, que se espera que llegará en 2025. En ella, ya se anticipa que todo contenido generado con IA debe marcarse e informarse al lector. Nosotros por ejemplo ya lo estamos haciendo. Si generamos un post con ChatGPT lo decimos expresamente. Se trata de no engañar.

Para aquellos que deseen usar la IAG en sus trabajos, ¿qué habilidades y conocimientos crees que necesitarán para navegar en este nuevo entorno tecnológico?

Nosotros estamos viendo 2 grandes competencias que son necesarias y que están al alcance de cualquier persona.

La primera es aprender a preguntar. Es lo que se llama “prompting”. Este tipo de herramientas funcionan a base de preguntas y respuestas, así que cuanto mejor sea la pregunta, mejor será la respuesta que te dé. Y eso tiene su técnica, no vale decir “ChatGPT dame 10 ideas de nuevo producto”, no funciona.

La segunda competencia es el pensamiento crítico, algo que echo muy en falta en la sociedad actual. Se trata de aplicar un proceso sistematizado para razonar y tomar decisiones. Estas herramientas funcionan por modelos estadísticos muy avanzados, pero pueden equivocarse, así que es fundamental ser críticos, en tres momentos del proceso: entender cómo se ha entrenado la herramienta, ser conscientes de nuestros sesgos a la hora de preguntar y analizar la calidad de las respuestas.

En el curso «Cómo utilizar la Inteligencia Artificial Generativa», que CETEM ha organizado, abordarás herramientas como ChatGPT, API de OpenAI y Dall-e. ¿Podrías compartir ejemplos de cómo estas herramientas están siendo utilizadas para crear contenido y soluciones innovadoras en la actualidad?

Como te decía antes, se trata de tener un asistente personal que te ayude tus tareas diarias. Nosotros lo usamos todos los días en todos los proyectos con nuestros clientes.

«Tenemos siempre abierta la ventana de ChatGPT.»

Una de las mejores funciones que tiene es el análisis de textos desestructurados y obtener patrones. Imagina que haces un test de concepto con un nuevo diseño a 10 personas. Tomas notas, o mejor grabas el test. Le pasas las notas a ChatGPT y le pides que te saque patrones y en 10 minutos tienes la información analizada que antes tardarías 1 día completo.

En el curso, presentarás casos de uso de la IAG. ¿Podrías compartir ejemplos de aplicaciones que creas que tendrán un impacto particularmente significativo en los próximos años?

La IA Generativa no es únicamente ChatGPT, igual que los smartphones no es solo iPhone. Existen herramientas de análisis y generación de texto, generación de imagen, de generación de vídeo, de audio, de composición de música a partir de texto, etc.

«Ahora mismo existe una “guerra de las galaxias” entre Microsoft, Google y Meta (Facebook).»

Esto está empezando y, aunque no soy un experto en tecnología, solo un usuario curioso con ganas de aprender, creo que el salto cuántico llegará con lo que llaman “Copilot” y se integren estas herramientas dentro de los paquetes de trabajo de ofimática: Office, Google docs, Adobe, etc… Y sean una función más dentro de la herramienta.

¿Qué mensaje clave darías a nuestros lectores para terminar esta entrevista?

Quizás el mensaje es que la tecnología no va a parar, porque es inevitable. Lo mejor que podemos hacer como profesionales es aprender cómo funciona y sacarle el mayor provecho posible, porque ahora, no necesitamos saber programar para trabajar con la IA.