Cómo la biotecnología está contribuyendo a la lucha contra COVID-19
Todos estamos viviendo tiempos inciertos en los últimos días. Nuestras rutinas diarias y nuestro estilo de vida habitual se han interrumpido repentinamente.

Aunque todos podemos contribuir a detener esta pandemia con medidas muy sencillas, como quedarse en casa, hay un sector significativo de la población mundial que está luchando activamente contra el virus. Además del personal de salud, que está demostrando un alto nivel de coraje y compromiso, la comunidad científica está duplicando los esfuerzos y recursos para ampliar los conocimientos sobre el coronavirus y desarrollar estrategias para derrotarlo, basadas en una profunda comprensión de su biología.
La biotecnología juega un papel clave en la contribución a la actual situación del coronavirus. Grandes esfuerzos se centran en el desarrollo de respuestas terapéuticas al virus. Al trabajar con células humanas y mecanismos genéticos, los biotecnólogos mejoran su comprensión de los mecanismos virales mediante el estudio de su genética y la transcripción de esta información en conocimientos y herramientas para la búsqueda de una vacuna. Estas vacunas biotecnológicas pueden desencadenar una respuesta inmunológica inmediata en pacientes sintomáticos, en lugar de las vacunas tradicionales, que son de naturaleza preventiva. Estas vacunas se están probando mediante ensayos clínicos en Alemania, China, España, Francia, Italia y el Reino Unido.
Aparte de la investigación terapéutica, la biotecnología está involucrada de otras maneras en la lucha contra el COVID. De hecho, dos de las expresiones más utilizadas en las noticias relacionadas con COVID-19 son PCR y genoma. Ambos son términos biotecnológicos y ocupan un lugar destacado en la crisis de los coronavirus.
La PCR, o reacción en cadena de la polimerasa (https://www.genome.gov/genetics-glossary/Polymerase-Chain-Reaction) es un método revolucionario, basado en la ADN polimerasa, una enzima descubierta por la científica española Margarita Salas. Esta enzima tiene la capacidad de sintetizar el ADN in vitro utilizando un corto fragmento genético como plantilla, en este caso del genoma del virus. Cuando se realiza una prueba diagnóstica mediante PCR, es posible detectar este fragmento del material genético del patógeno. Si se analiza una muestra respiratoria de una persona infectada, el fragmento genético corto de los virus de su cuerpo coincidirá con el fragmento genético de la PCR. Esto permite que la ADN polimerasa inicie la reacción y produzca un gran número de réplicas de este fragmento de ADN, lo que permite su detección. En ese caso, el resultado será positivo y se sabrá que este paciente tiene COVID-19.
Por otra parte, el estudio del genoma del virus facilita la comprensión de sus funciones biológicas y sus capacidades de infección. El genoma es el conjunto de genes contenidos en un organismo, es decir, todo el material genético que posee un organismo determinado. Por ese motivo, científicos de todo el mundo trabajan día y noche para secuenciar el genoma de los virus presentes en sus regiones específicas. Por ejemplo, el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona ha puesto en marcha una base de datos pública y gratuita (https://covid.crg.eu). Disponer de esta información y compartirla con otros científicos nos permite comprender cómo crece, muta y se replica el coronavirus. Esto ayuda a encontrar sus puntos débiles y a vencerlo.
También puedes leer el artículo original en inglés aquí.
Marta Muñoz (Departamento de Materiales)
